A falta de menos de un segundo, el alero del Bidaideak Bilbao, David Mouriz tuvo que jugarse un triple para que el partido siguiera dilucidándose en la prórroga. Pero esta vez,  y contrariamente a lo que nos tiene acostumbrados en la cancha de Txurdinaga, su acuciado lanzamiento no encontró el aro. El buen juego del equipo, su sobresaliente actitud en el parket, no tuvo la recompensa debida ante un rival de esos al que el calificativo rocoso le viene que ni pintado. Turquia, que  nunca le perdió la cara al partido y que utilizó sus armas de manera brillante, pudo dejar el marcador final con un 68 a 65 porque confió su suerte a una defensa consistente, a una insistente presión sobre los rivales y a la mano de su líder y capitán, Ozgur Gurbulak que anotó 39 puntos, más de la mitad de los que firmó todo su equipo. Pero también a que los árbitros decidieron excluir de la cancha en el último de los minutos al líder y capitán de la selección estatal, Asier García, con una falta personal, su quinta en el partido, que muy pocos de entre los más de 3.000 espectadores que se congregaron en el Carioca Arena pudieron ver.

Asier había vuelto a dar una de esas lecciones de juego total que suelen verse por Bilbao. Condujo el balón con maestría, reboteó con energía (firmó 10 a lo largo del partido) y asisistió a sus compañeros en 14 ocasiones que terminaron con el balón en la canasta rival. Pero cuando abandonó la cancha por la decisión de los colegiados, le quedaba por hacer, precisamente, lo más difícil: terminar de asentar un marcador que señalaba un 65-64 a favor, y tras haber remontado los 7 puntos de ventaja que el luminoso señalaba a falta de 7 minutos. Fue irse de la cancha y a los pocos segundos, Turkia cobraba de nuevo ventaja.

El partido no tuvo momento alguno de calma ni bajones de intensidad. Desde el primer minuto hasta el último segundo los dos contendientes rivalizaron a cara de perro sin dar concesiones a los rivales y sin dejar que el marcador ilustrara superioridad alguna. El primer cuarto finalizaba con un 20 a 21 en favor de los turcos, pero el segundo el 36-34 era en su contra, como también lo fue el tercero con un 50-49. El juego de conjunto de los entrenados por Jose Manuel Artacho, era contrarrestado por una Turquia que en defensa se aplicaba de manera aguerrida como un solo hombre y que en ataque confiaba a un solo hombre, Grubulak, el acierto ante el rival. Sus 9 triples mantuvieron en el partido a su equipo cuando parecían que no contaban con otro recurso que su acierto.

Tras la derrota de hoy el devenir inmediato del seleccionado pasa por ganar a Australia el domingo, el lunes a Holanda y esperar que el average determine la posición final en el grupo tras el previsible empate en puntos con aquellos y Turquia.